lunes, 11 de mayo de 2009

GOBIERNO DEBE PAGAR DEUDA AGRARIA

El ministro de Economía ha dicho en la Comisión de Agricultura del Congreso de la República que el Estado no tiene por qué pagar los bonos de la deuda agraria en virtud que no se registran deudas con los tenedores de bonos en la Dirección Nacional de Endeudamiento Público del MEF.

Sin embargo, al amparo de la normatividad vigente, el Estado sí tiene la obligación de asumir el pago de los bonos de la deuda. Efectivamente, de acuerdo al artículo 29 de la Constitución Política de 1933 y del Decreto Ley Nº 17716 (Ley de Reforma Agraria), las expropiaciones por reforma agraria podían efectuarse con los llamados "Bonos de la Deuda Agraria", los cuales tenían valor nominal y efecto cancelatorio.

Como bien afirma el titular del MEF, con la entrega de esos papeles, el Estado cumplió con cancelar la deuda por reforma agraria, surgiendo a partir de entonces una deuda de dinero contenida en los referidos bonos, los cuales eran libremente transferibles a partir de lo dispuesto en la Constitución Política de 1979.

Con el tiempo, algunos de esos tenedores de bonos transfirieron sus instrumentos financieros y cobraron de alguna manera lo que consideró el gobierno militar lo que habría de pagarse esos años. Otros, por el contrario, cuyas tierras fueron expropiadas (léase sustraídas y transferidas a terceros) no hicieron cobro alguno con la esperanza de rescatar sus propiedades. Son ellos a quienes el Estado debe pagarles los bonos de la deuda agraria. Algunos ya no están con nosotros, sólo sus descendientes, pero los derechos son iguales.

La actual administración de gobierno paga puntualmente los servicios de la deuda externa, comprometido con anterioridad por otros gobiernos y a nadie se le ocurre decir que porque no fue la administración presente, no pagará la deuda. El compromiso es del Estado y no con las personas. De la misma manera, la administración García debe asumir la deuda contraída en el gobierno militar y reconocida por diversas autoridades de los gobiernos subsiguientes. No apliquemos la política del "perro muerto" y asumamos la deuda que el Estado tiene con otros peruanos.

Desde esta perspectiva, pido que el Estado asuma el pago de los cupones de la deuda agraria a través del Banco Agrario, cumpliendo de esta manera el compromiso que se hizo con los expropiados de la reforma agraria hace más de treinta años.

No se trata de decir alegremente: "no pago, porque en la Dirección Nacional de Endeudamiento Público del MEF no hay un registro de deuda agraria". Ya tenemos la mala experiencia de haber decidido arbitrariamente, limitar el pago de la deuda externa al 10 por ciento de las exportaciones, que al final lo único que se logró fue incrementar los intereses de la deuda no pagada y propiciar el cierre de puertas ante los organismos multilaterales de crédito internacional.

En tiempos de globalización económica todo se paga. Por lo tanto, la cancelación de los tenedores de bonos de la deuda agraria es justo porque se les quitó una propiedad que ellos no querían vender. "Dad a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios", así sentencia la Escritura.

Publicado el martes 12 de mayo de 2009.

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