jueves, 16 de julio de 2009

LIDERAZGO PARA EL DESARROLLO Y DIÁLOGO PARA LOS CONFLICTOS

Nuestro país vive momentos difíciles como resultado de los conflictos sociales que se están desarrollando estos días. Algunos de ellos probablemente tengan válidas razones, pero por las acciones violentas que se suscitan con las fuerzas del orden, éstas pierden sus justas aspiraciones.

En nuestro trabajo de representatividad hemos comprobado que no se necesitan realizar acciones de violencia para lograr objetivos concretos que beneficien a nuestros representados. Creemos firmemente que el diálogo es la principal herramienta para lograr un clima de armonía y confianza.

El camino que nos toca recorrer está en el diálogo y no en la violencia que siempre generará funestos resultados. Todos reclaman cambios sociales y la mayor parte de la población está de acuerdo con impulsar el desarrollo económico-social a través de nuevas y mayores inversiones en las regiones. Sin embargo, cuando nos enteramos que al cierre del primer semestre del año, el gobierno sólo ha ejecutado el 23.1 por ciento de la inversión presupuestada para el 2009, pareciera que las protestas tienen asidero real. ¿Qué está pasando? Precisamente en un año difícil marcado por la crisis financiera internacional, se debe impulsar la demanda interna mediante las inversiones públicas.

Es más, las protestas reclaman mayor atención a sus problemas, pero también sus autoridades son responsables de la situación en la que se encuentran. Según las estadísticas del Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial de la Cámara de Comercio de Lima, hasta junio de 2009 los gobiernos regionales y locales sólo han gastado el 17.6 y 24.4 por ciento de sus presupuestos de inversión, respectivamente.

Como representante del departamento de Piura, conozco de cerca la realidad de las regiones. He participado en diversas protestas, pero siempre ha primado el diálogo. Para muestra un botón. El pueblo piurano ha estado esperando durante más de 70 años hacer realidad el ansiado Proyecto Especial de Irrigación e Hidroenergético Alto Piura que estuvo encarpetado muchos años. Ese proyecto se logró con esfuerzo y participación de todos los piuranos, pero básicamente mediante el diálogo con las autoridades que escucharon la importancia de este proyecto.

En su momento salimos a las calles a protestar, respetando por cierto la propiedad privada y pública, incluso hemos realizado un paro regional a favor del Alto Piura. Usando como herramienta el diálogo se conformó el Frente de Defensa Regional y posteriormente una Mesa de Trabajo integrada por las autoridades locales y regionales.

Con diálogo hemos suscrito un Acta de Acuerdos con las autoridades gubernamentales y congresales entre quienes estuvieron las máximas autoridades del Congreso de la República, Comisión Agraria del Congreso de la República, Presidencia del Consejo de Ministros, Ministerio de Economía y Finanzas, y el Ministerio de Agricultura. Cada instancia la hemos asumido con firmeza, pero también con diálogo.

¿Y cuál fue el resultado de esas acciones pacíficas? El resultado fue que se consiguió los primeros 75 millones de nuevos soles para el Proyecto Alto Piura, considerado como una de las mejores leyes del Congreso de la República en el 2008. Hemos citado al Alto Piura como ejemplo para demostrar que muchos conflictos sociales pueden resolverse cuando las partes tienen la voluntad de encontrar soluciones pacíficas. Luchemos juntos contra nuestros principales enemigos que son la pobreza y el subdesarrollo.

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