El dia 17 de octubre se realizó en Cochabamba, Bolivia, una reunión de representantes de los Legislativos de los 12 países que conforman la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR. El objetivo de la reunión fue el de generar avances en el proceso de conformación del Parlamento Suramericano, como parte de los acuerdos de integración que han venido alcanzando los presidentes de esos 12 países.
Asistí a esta a esta reunión por encargo de la mesa directiva de nuestro Congreso de la República. El evento fue inaugurado por los presidentes Evo Morales y Michelle Bachelet, esta última a cargo de la presidencia pro témpore de UNASUR. Parte del evento consistió en la colocación de la primera piedra para la construcción de la sede del Parlamento Suramericano, que estará ubicado en Bolivia.
El principal acuerdo de la reunión fue la conformación de una mesa de trabajo que elabore una propuesta sobre las competencias, características y funcionamiento de dicho Parlamento regional. Dicha mesa de trabajo estará conformada por 2 representantes del Poder Legislativo de cada país, más representantes de los parlamentos subregionales: Andino, MERCOSUR, Amazónico e Indígena.
Los dos representantes de cada Poder Legislativo y los representantes de los parlamentos subregionales deberán ser elegidos en el plazo de los próximos 45 días. La mesa de trabajo deberá comenzar a elaborar su propuesta dentro de 90 días, en coordinación con el consejo de delegados de UNASUR.
La propuesta mencionada deberá ser puesta en conocimiento de los presidentes de la región, para su aprobación en ese nivel. Después será votada en los Congresos para su aprobación definitiva.
Como se ve, este será un proceso que tomará algún tiempo y que tendrá sus complejidades. Sin embargo, es indudable la trascendencia que tiene, ahora más que nunca, la conformación de UNASUR y ahora el proceso de conformación de su Parlamento.
La integración sudamericana tiene un enorme potencial económico y político. Si logramos una significativa integración económica, podremos ser, juntos, la quinta potencia mundial en términos de producción. Nuestro mercado interno, medido como cantidad de habitantes, seria el cuarto en tamaño en el mundo.
En una época en que el agua, los bosques y la producción de alimentos han ganado más importancia para el bienestar de los pueblos, Suramérica los tiene en mayor disponibilidad que otras regiones. La viabilidad de nuestra integración, por otro lado, está facilitada por las reconocidas afinidades culturales, idiomáticas, religiosas e históricas.
En el terreno político, los países de UNASUR ya han hecho sentir su gravitación cuando han actuado de consuno frente a determinados problemas. Fue así cuando ayudaron, después de su encuentro en Santiago de Chile, a resolver la crisis política reciente en Bolivia, la misma que ahora se encamina a una solución firme.
Son estas poderosas razones, y se podrían mencionar muchas más, las que le dan sentido a UNASUR. La conformación de su Parlamento exigirá de consensos y de diálogos muy esforzados. Pero el ideal integracionista lo justifica. Debemos plasmarlo, pues una mirada realista del mundo actual señala su vital importancia.
Asistí a esta a esta reunión por encargo de la mesa directiva de nuestro Congreso de la República. El evento fue inaugurado por los presidentes Evo Morales y Michelle Bachelet, esta última a cargo de la presidencia pro témpore de UNASUR. Parte del evento consistió en la colocación de la primera piedra para la construcción de la sede del Parlamento Suramericano, que estará ubicado en Bolivia.
El principal acuerdo de la reunión fue la conformación de una mesa de trabajo que elabore una propuesta sobre las competencias, características y funcionamiento de dicho Parlamento regional. Dicha mesa de trabajo estará conformada por 2 representantes del Poder Legislativo de cada país, más representantes de los parlamentos subregionales: Andino, MERCOSUR, Amazónico e Indígena.
Los dos representantes de cada Poder Legislativo y los representantes de los parlamentos subregionales deberán ser elegidos en el plazo de los próximos 45 días. La mesa de trabajo deberá comenzar a elaborar su propuesta dentro de 90 días, en coordinación con el consejo de delegados de UNASUR.
La propuesta mencionada deberá ser puesta en conocimiento de los presidentes de la región, para su aprobación en ese nivel. Después será votada en los Congresos para su aprobación definitiva.
Como se ve, este será un proceso que tomará algún tiempo y que tendrá sus complejidades. Sin embargo, es indudable la trascendencia que tiene, ahora más que nunca, la conformación de UNASUR y ahora el proceso de conformación de su Parlamento.
La integración sudamericana tiene un enorme potencial económico y político. Si logramos una significativa integración económica, podremos ser, juntos, la quinta potencia mundial en términos de producción. Nuestro mercado interno, medido como cantidad de habitantes, seria el cuarto en tamaño en el mundo.
En una época en que el agua, los bosques y la producción de alimentos han ganado más importancia para el bienestar de los pueblos, Suramérica los tiene en mayor disponibilidad que otras regiones. La viabilidad de nuestra integración, por otro lado, está facilitada por las reconocidas afinidades culturales, idiomáticas, religiosas e históricas.
En el terreno político, los países de UNASUR ya han hecho sentir su gravitación cuando han actuado de consuno frente a determinados problemas. Fue así cuando ayudaron, después de su encuentro en Santiago de Chile, a resolver la crisis política reciente en Bolivia, la misma que ahora se encamina a una solución firme.
Son estas poderosas razones, y se podrían mencionar muchas más, las que le dan sentido a UNASUR. La conformación de su Parlamento exigirá de consensos y de diálogos muy esforzados. Pero el ideal integracionista lo justifica. Debemos plasmarlo, pues una mirada realista del mundo actual señala su vital importancia.
Publicado el martes 28 de octubre de 2008
Diario EXPRESO. Columna "Custión Previa".