El 10 de diciembre se cumplieron sesenta años de la Declaración Universal de los Derechos humanos, suscrita en 1948 por los países miembros de la recién creada ONU. Este documento es muy importante para todos nosotros, ciudadanos del mundo. Consagra un conjunto de derechos que sirven de referencia programática para unas sociedades y un mundo más humanos.
La Declaración ha proclamado derechos para todos los ciudadanos del orbe, no importa el régimen político o económico ni la religión de sus países. Tampoco importa su condición social o el color de su piel. Por eso se llama universal.
Un primer grupo de los derechos de la Declaración son los derechos políticos y civiles. Son los que consagran las libertades políticas y religiosas, así como el derecho ciudadano a participar en el gobierno. También colocan límites a la acción de los poderes del Estado para que las arbitrariedades no anulen las libertades. A estos derechos se les llama de primera generación, pues históricamente surgieron con el pensamiento liberal, antes que los otros derechos.
Los derechos de segunda generación, que también figuran en la Declaración Universal, son los llamados económicos, sociales y culturales, que surgieron a la luz de los aportes de los pensadores sociales. Allí aparecen el derecho al trabajo, a la remuneración decente, a la organización sindical, a la seguridad social, a la atención médica, a una educación adecuada, a las libertades culturales y a la protección de la creación artística o científica.
Posteriormente a la Declaración de 1948 han surgido otros tipos de derechos, llamados de tercera o hasta de cuarta generación, entre los cuales figuran los derechos de los pueblos originarios, los derechos ambientales o las libertades contra toda forma de discriminación, y no solamente contra el racismo. Varios de esos derechos también han sido consagrados por convenios de Naciones Unidas, como los de la OIT.
La Declaración tuvo un antecedente dentro de la ONU que fue la formación, en 1946, de la Comisión de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Fue esta Comisión la que se encargó de desarrollar los trabajos concernientes a la elaboración de la Declaración, previos a su aprobación. Estuvo presidida entonces por una notable mujer, Eleanor Roosevelt.
Eleanor Roosevelt no era una experta en temas jurídicos. Pero tenía una gran experiencia política, proveniente de su gran activismo en temas de derechos civiles, sociales y educativos desde los años 20. Esposa del presidente Franklin D. Roosevelt, lo acompañó en sus campañas políticas pero ella tuvo las propias de manera muy destacada: promovió el voto de las mujeres, los derechos para los negros y los programas educativos para los jóvenes.
En 1948, 10 de diciembre, después de conducir a un grupo de expertos, la Sra. Roosevelt presentó la Declaracion Universal ante la Asamblea General de la ONU. Sesenta años después, sus mandatos todavía no son una plena realidad, pero es celebrada en todo el mundo por su condición de guía para la acción.
Columna "CUESTIÓN PREVIA". Diario ExpresoLa Declaración ha proclamado derechos para todos los ciudadanos del orbe, no importa el régimen político o económico ni la religión de sus países. Tampoco importa su condición social o el color de su piel. Por eso se llama universal.
Un primer grupo de los derechos de la Declaración son los derechos políticos y civiles. Son los que consagran las libertades políticas y religiosas, así como el derecho ciudadano a participar en el gobierno. También colocan límites a la acción de los poderes del Estado para que las arbitrariedades no anulen las libertades. A estos derechos se les llama de primera generación, pues históricamente surgieron con el pensamiento liberal, antes que los otros derechos.
Los derechos de segunda generación, que también figuran en la Declaración Universal, son los llamados económicos, sociales y culturales, que surgieron a la luz de los aportes de los pensadores sociales. Allí aparecen el derecho al trabajo, a la remuneración decente, a la organización sindical, a la seguridad social, a la atención médica, a una educación adecuada, a las libertades culturales y a la protección de la creación artística o científica.
Posteriormente a la Declaración de 1948 han surgido otros tipos de derechos, llamados de tercera o hasta de cuarta generación, entre los cuales figuran los derechos de los pueblos originarios, los derechos ambientales o las libertades contra toda forma de discriminación, y no solamente contra el racismo. Varios de esos derechos también han sido consagrados por convenios de Naciones Unidas, como los de la OIT.
La Declaración tuvo un antecedente dentro de la ONU que fue la formación, en 1946, de la Comisión de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Fue esta Comisión la que se encargó de desarrollar los trabajos concernientes a la elaboración de la Declaración, previos a su aprobación. Estuvo presidida entonces por una notable mujer, Eleanor Roosevelt.
Eleanor Roosevelt no era una experta en temas jurídicos. Pero tenía una gran experiencia política, proveniente de su gran activismo en temas de derechos civiles, sociales y educativos desde los años 20. Esposa del presidente Franklin D. Roosevelt, lo acompañó en sus campañas políticas pero ella tuvo las propias de manera muy destacada: promovió el voto de las mujeres, los derechos para los negros y los programas educativos para los jóvenes.
En 1948, 10 de diciembre, después de conducir a un grupo de expertos, la Sra. Roosevelt presentó la Declaracion Universal ante la Asamblea General de la ONU. Sesenta años después, sus mandatos todavía no son una plena realidad, pero es celebrada en todo el mundo por su condición de guía para la acción.
Publicado el martes 9 de diciembre de 2008